viernes, 8 de enero de 2010

Primitivo tukutín

Tío del twiiter y abuelo del messenger, el "notificator" permitía dejar notas en diversos lugares de Londres: calles, almacenes y estaciones de ferrocarril. El usuario, luego de escribir un breve texto en un papel, introducía una moneda y el mensaje aparecía detrás de un panel de vidrio en el que permanecía a la vista del público durante al menos dos horas.
No sé si la mayoría de destinatarios haya recibido su recado, pero debe haber sido emocionante encontrar un nota que no esperabas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario